Georgia Bulletin

The Newspaper of the Catholic Archdiocese of Atlanta

Photo By Michael Alexander
After lighting the lantern held by Somalian native Nasra Yonis, left, during the Oct. 11 Share the Journey prayer gathering, Bishop Sue Haupert-Johnson, right, of the United Methodist Church’s North Georgia Episcopal Area, extended her arm and said, “Reach out, love your neighbor.” The audience responded with, “Sharing the journey together.” Yonis and her family escaped in 1991 during the Somali Civil War. Today she helps to resettle other refugees through her work with Catholic Charities Atlanta.

Clarkston

Líderes religiosos acogen a refugiados con los brazos abiertos

By ANDREW NELSON, Staff writer | Published octubre 19, 2017  | Available In English

In remarks before his prayer, Bishop Robert C. Wright, right, of the Episcopal Diocese of Atlanta, said America is made great by the presence of immigrants and refugees. Standing to the left is Bishop Victor Atta-Baffoe of the Anglican Diocese of Cape Coast, Ghana, who also provided some comments. Seated in the background looking on is Kat Doyle, director of archdiocesan Justice & Peace Ministries. Photo By Michael Alexander

CLARKSTON—Antes de convertir al área de Atlanta en su hogar, los hombres y mujeres en el escenario del Centro Comunitario de Clarkston se enfrentaron a la persecución, y posiblemente a la muerte, antes de huir de Irak, Somalia, Ruanda, Eritrea, Birmania y Bután.

Leila Kabanda, quien sobrevivió al genocidio en su nativa Ruanda, presenció el asesinato de su padre cuando las pandillas de hutu dirigían sus ataques a la población tutsi por su origen étnico.

Kabanda y su hermana sobrevivieron la matanza “escondiéndose entre los muertos” y solo estuvieron a salvo después de huir a un campamento en Kenia.

El miércoles, 11 de octubre, Kabanda y otros refugiados se unieron a líderes religiosos locales de comunidades de fe cristianas, judías e islámicas para recordarle a los creyentes la tradición, que comparten las religiones, de acoger al forastero.

“Oramos hoy desde lo más profundo de nuestros patrimonios religiosos para que todos recordemos el don precioso de la libertad que disfrutamos en este maravilloso país y de las magníficas responsabilidades derivadas de nuestra libertad para cuidar de aquellos que vienen a nosotros como nuestros hermanos”, dijo el Arzobispo Wilton D. Gregory.

La Arquidiócesis de Atlanta organizó el encuentro interreligioso de oración comunitaria, reuniendo a personas de diferentes idiomas y religiones como parte de la campaña Compartiendo el Viaje, creada por el Papa Francisco. El 27 de septiembre, durante el lanzamiento de la iniciativa de dos años, el Papa le dijo al mundo, “no teman” a los migrantes.

La iniciativa papal es apoyada por la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos, Caritas Internacionales, Caridades Católicas y Servicios de Alivio Católicos.

Motivados a involucrase con los recién llegados

El encuentro en el centro comunitario lanzó el programa de la arquidiócesis. Los diversos eventos en las parroquias de la arquidiócesis serán revelados a los feligreses próximamente para que se involucren con los recién llegados.

Erik Peralta of Holy Cross Church, Atlanta, points his smartphone toward the stage as he captures video of the Oct. 11 Share the Journey prayer gathering at the Clarkston Community Center. Sitting at his side are his wife Susy and fellow parishioner Maricela Cornejo. Photo By Michael Alexander

El centro comunitario en Clarkston fue cede del evento. En esta pequeña comunidad, cerca del 40 por ciento de los residentes son de origen extranjero.

Los refugiados subieron al escenario con faroles apagados. Más adelante, cada migrante acompañado de un líder religioso de cada denominación encendió los faroles, convirtiéndolos en faros resplandecientes.

Tamborileros Uhuru tocaron música africana durante las procesiones de apertura y clausura al interior del salón Angora del centro.

Kat Doyle, organizadora del evento, le recordó a la audiencia cómo los fieles están llamados a vivir con esperanza. Doyle es directora de los Ministerios de Justicia y Paz de la Arquidiócesis de Atlanta.
“La esperanza es fuerte. La esperanza es buena. La esperanza es lo que nos permite hacer una diferencia”, dijo, añadiendo que el temor no logra nada.

Refiriéndose a los refugiados, Doyle dijo, “Al escuchar sus historias nos damos cuenta de que son seres humanos que han sufrido muchísimo”.

Alrededor del 10 por ciento de los residentes de Georgia nacieron fuera de los Estados Unidos. El grupo más grande de migrantes es de América Latina, seguido de Asia y África.

El Programa de Reasentamiento de Refugiados de Caridades Católicas Atlanta recibió a unas 280 personas y familias el año pasado, dijo Francis McBrayer, directora del programa.

“En búsqueda de seguridad”

En el servicio de oración del centro comunitario, las seis personas que llevaban los faroles hablaron brevemente acerca del motivo por el que fueron obligados a huir, incluyendo razones que van desde ayudar a periodistas estadounidenses y la coacción política hasta la guerra civil y el genocidio.

Nasra Yonis, de 37 años, y su familia escaparon de la guerra civil en Somalia en 1991.

“Yo escuché muchos disparos. Tuvimos que partir en búsqueda de seguridad”, dijo Yonis, quien llevaba un turbante rojo.

Su familia pasó un año en Kenia antes de reasentarse en Clarkston en lo que ella recuerda como un día frío de diciembre. Yonis llegó hablando solamente somalí, su lengua materna. Tuvo dificultades en la escuela al no poder ni siquiera pedir permiso para utilizar el baño. Ahora trabaja como especialista de apoyo a refugiados con Caridades Católicas Atlanta, ayudando a otros refugiados a establecerse.

Archbishop Wilton D. Gregory, left, closed out the Oct. 11 Share the Journey prayer gathering at the Clarkston Community Center, as he stood on stage with family representation and Eritrean natives Yosief Mesfin, holding the lantern, and his son Abbel. The program brought leaders of other faiths together in welcoming migrants and refugees who have settled in the Atlanta area. Photo By Michael Alexander

“Es bueno tener líderes comunitarios que están aquí con los brazos abiertos”, dijo. Las personas que temen solo necesitan hablar con un refugiado para escuchar su historia, dijo.

“Habla con los refugiados y los inmigrantes, verás que somos como cualquier otra persona”, añadió.

Durante la ceremonia, líderes espirituales de comunidades cristianas, judías e islámicas compartieron reflexiones sobre la necesidad de proteger y apoyar a los inmigrantes. Entre ellos estaban el Obispo Robert C. Wright, de la Diócesis Episcopal de Atlanta; el Obispo Victor R. Atta-Baffoe, de la Diócesis Anglicana de Cape Coast, Ghana; y el Rabino Scott E. Colbert, del Templo de Emanu-El, Atlanta.

La Obispo Sue Haupert-Johnson, de la Iglesia Metodista Unida del Área Episcopal del Norte de Georgia, dijo que cuando va a Jerusalén siempre visita el Memorial del Holocausto Yad Vashem, cuyo nombre en hebreo significa “un lugar y un nombre”.

“Cada ser humano tiene derecho a un nombre y a un lugar. Un lugar donde esté seguro. Un lugar donde pueda criar a su familia en paz. Un lugar donde pueda establecerse por generaciones”, dijo la Obispo Haupert-Johnson.

Imam Salahadin Wazir, del Consejo Supremo Islámico Mayor de Etiopía en Stone Mountain, le recordó a la congregación cómo las escrituras islámicas y cristianas reconocen una de las primeras migraciones con Moisés guiando a los judíos fuera de Egipto, seguida por Jesús y la Sagrada Familia escapando de la persecución. En el Islam, el Profeta Mahoma huyó también de quienes lo amenazaron, dijo.

Los migrantes enfrentan grandes dificultades al igual que los refugiados que buscan la paz, dijo.

“Necesitamos aprender mejor a ayudarnos mutuamente. Necesitamos acercarnos a todos ellos y decirles, ‘bienvenidos a su nuevo hogar’“, comentó el imam.

El Arzobispo Gregory dijo que las personas que se ven forzadas a huir “necesitan una bienvenida amable y compasiva por encima de todo. Nosotros abrimos nuestros brazos para recibirlos con un profundo respeto por su dignidad humana, la cual es igual a la nuestra”.


Para conocer más sobre la campaña Compartiendo el Viaje, visite www.sharejourney.org