Georgia Bulletin

The Newspaper of the Catholic Archdiocese of Atlanta

The Archdiocese of Atlanta received the New Wineskins Award for its Spanish certificate program in pastoral theology done in partnership with the University of Dallas. Each year the award, from the National Conference for Catechetical Leadership, recognizes a U.S. diocese for a program with three years of proven success in catechesis and evangelization—regardless of language format.

Atlanta

Creativo programa de formación de catequistas hispanos en Atlanta obtiene honor nacional

By PRISCILLA GREEAR, Especial para el boletín | Published agosto 3, 2017  | Available In English

ATLANTA—La Arquidiócesis de Atlanta recibió el Premio “New Wineskins” por su innovador programa de certificación en teología pastoral en español llevado a cabo en colaboración con la Universidad de Dallas.
El premio fue otorgado en la 81ª Conferencia Nacional para el Liderazgo Catequético, celebrada en Dallas del 22 al 25 de mayo.
El programa de estudio por Internet fue creado para formar líderes y fortalecer las bases catequéticas hispanas en la Arquidiócesis de Atlanta, donde 61 de 109 misiones y parroquias ofrecen misa en español y casi la mitad de todos los católicos son hispanos.

Monica Oppermann, left, associate director, and Amy Daniels, director of the archdiocesan Office of Formation and Discipleship, accepted the New Wineskins Award for the archdiocese’s Spanish certificate program in pastoral theology. The award was given at the 81st National Conference for Catechetical Leadership, held in Dallas May 22-25.

El programa de certificación en teología pastoral de tres años está actualmente en su cuarto año y cuenta con 58 estudiantes que comenzarán su tercer semestre en el otoño. Hasta ahora, 124 personas se han graduado y han comenzado a catequizar y a evangelizar a los fieles de sus parroquias desde Gainesville hasta Jonesboro, y a fortalecer ministerios hispanos a través de toda la arquidiócesis.
Amy Daniels, directora de la Oficina de Formación y Discipulado arquidiocesana y Monica Oppermann, directora asociada, aceptaron el premio en la conferencia. Cada año, el premio reconoce a una diócesis en los Estados Unidos por un programa que haya demostrado ser exitoso en catequesis y evangelización por tres años, independientemente del formato en el que se ofrezca.
“Es un reconocimiento maravilloso, un mérito de primera clase que la diócesis está recibiendo por su esfuerzo. Ellos también mencionaron que no habían visto nada de esta naturaleza disponible para la comunidad hispana. Como lo dijo el Arzobispo (Wilton D.) Gregory en la última graduación, es para la gente que le habla a Dios en español”, dijo Oppermann.
El premio demuestra “lo importante que es la población hispana para nuestra arquidiócesis. Esa es la verdadera razón por la que estamos enfocados en este”.
El programa también se destacó por su colaboración con la Escuela Ministerial de Ann y Joe O. Neuhoff de la Universidad de Dallas.
“Una de las características que les gustó acerca de la innovación es que fuimos más allá de nosotros mismos, que buscamos asesoría de una gran universidad”, dijo Oppermann. “Estamos formando a estas personas y los párrocos están muy contentos. … Tratamos de capacitarlas en teología y conocimiento de la fe, y también les estamos dando las herramientas pastorales para servir en su ministerio”.
El programa cumple con la misión de la Oficina de Formación y Discipulado de “equipar a los líderes católicos para servir a las parroquias y misiones de la arquidiócesis”.
“El premio es la afirmación de que la iniciativa, diseñada para beneficiar a nuestras parroquias proporcionando una buena formación ministerial en español que sea accesible para sus líderes, es un éxito”, dijo Daniels en un correo electrónico.

 

Una tasa de retención del 90 por ciento

En los semestres del otoño y la primavera, los estudiantes toman dos clases de teología y un curso pastoral en el transcurso de 15 semanas, viendo una videoconferencia semanal y completando asignaciones. Las clases varían desde Escritura e historia de la Iglesia hasta oración y espiritualidad. El certificado es complejo, pero menos exigente que un programa de grado que requiere un diploma de bachiller y cumplir con los requisitos de la maestría en certificación catequética.
Un profesor de la Universidad de Dallas inicia cada semestre con una clase en la Cancillería en Smyrna, donde los alumnos asisten a misa y reciben los libros. Los estudiantes se dividen geográficamente para las discusiones por Internet y otras oportunidades de estudio opcionales, oración y compañerismo. Los directores creen que el formato del programa por Internet, el apoyo personal y espiritual y el compromiso con la comunidad hacen que este programa sea una combinación exitosa y que posea una tasa de retención del 90 por ciento.
La flexibilidad del Internet es clave, ya que muchos líderes ministeriales hispanos trabajan los sábados, tienen obligaciones familiares o carecen de transporte para asistir a la Cancillería.
Oppermann monitorea el progreso de los estudiantes y brinda apoyo según sea necesario, por ejemplo cuando ayudó a una alumna facilitándole una computadora portátil porque atravesaba una crisis familiar que la dejó sin ese recurso.
“Realmente les gusta nuestra asociación con la universidad y con las parroquias y los estudiantes, ese aspecto relacional que ponemos en el programa”, dijo Oppermann.
Los participantes varían entre inmigrantes centroamericanos que solo hablan español hasta hispanos de segunda generación nacidos en los Estados Unidos.
La arquidiócesis ofrece dos becas del 40 por ciento de la matrícula por iglesia para miembros designados por su párroco. La parroquia y los estudiantes pagan la diferencia. Hasta la fecha, 46 de 61 parroquias con misa en español han patrocinado estudiantes. Además, hay alumnos de la Diócesis de Savannah y estudiantes independientes que pagan su propio programa.

Los estudiantes toman clases después del trabajo

El programa fue concebido después de identificar una falta de programas por Internet disponibles en español en los Estados Unidos. La arquidiócesis lo inició en 2013, después de planear el programa con la Escuela Ministerial de la Universidad de Dallas como una alternativa a un programa ofrecido en Dallas desde 2009.
UD accedió a ofrecer el programa piloto siempre y cuando hubiera una inscripción mínima de 70 estudiantes para que fuera viable; 73 estudiantes se inscribieron y el programa comenzó bajo el padrinazgo de Nuestra Señora de Guadalupe.
“Había una necesidad de un programa que prepara líderes para el ministerio en los Estados Unidos, que incluyera una manera para que los estudiantes pudieran construir relaciones con líderes de otras parroquias, fomentar una reflexión teológica continua y nutrir las vidas espirituales de los líderes parroquiales”, dijo Daniels. “La Escuela Ministerial de la UD se arriesgó y accedió a lanzar una versión piloto en español (por Internet) del programa de certificación en teología pastoral que ya ofrecía, solo para la Arquidiócesis de Atlanta”.
Inicialmente hubo dudas sobre el formato por Internet, pero los estudiantes se han adaptado, ya sea trabajando desde sus teléfonos o conectándose al Internet desde sus parroquias.
“El esfuerzo que ponen trabajando en una obra de construcción es el mismo esfuerzo que ponen en su fe, y tenemos prueba de ello. Después de largas horas de trabajo, ellos vienen y toman una clase por Internet”, dijo Oppermann. “Esta es una experiencia muy reafirmante para los hispanos que les demuestra que pueden hacerlo”.
María Costanza Romero es una de las cuatro egresadas de Holy Cross, Atlanta, a quien le encantó estudiar las escrituras, la teología y la historia de la Iglesia con tanta profundidad por primera vez. Ahora comparte con alegría y confianza sus nuevos conocimientos y habilidades con la parroquia donde ella y su esposo enseñan una clase de Teología del Cuerpo que atrae a más de 100 participantes.
Una catequista de 18 años, nativa de Colombia que también coordina ministros Eucarísticos, bodas y quinceañeras, una tradición cultural que celebra el 15º cumpleaños de las niñas.
“Compartir todas las cosas que he aprendido con otras personas en la iglesia y en la vida diaria, es mi responsabilidad”, dijo. “Necesitamos más teología, para aprender y enseñarle a otras personas. Todo el mundo debe tomar este curso. Debe promoverse más en las parroquias. El programa es muy, muy bueno y muchas personas piensan que los maestros son muy, muy buenos, pero muchos no lo conocen”.
Aunque obtuvo su certificado, sus estudios continúan.
“Mi interés es aprender cada día acerca de la Iglesia, de Dios y de Jesucristo. Crecí mucho. Ha sido una gran experiencia”, dijo.

“Es algo necesario”

La iniciativa también contribuye a la meta del Quinto Encuentro Nacional de la USCCB de discernir formas de responder mejor a la presencia de hispanos/latinos en los Estados Unidos y de fomentar su participación en la nueva evangelización. Tal esfuerzo es esencial, ya que según el Instituto Público de Investigación Religiosa, los hispanos representan actualmente el 49 por ciento de los católicos entre los 18 y 29 años de edad en los Estados Unidos.
“Los frutos de la asociación deliberada del certificado en teología pastoral con los párrocos, los estudiantes y los líderes parroquiales, la arquidiócesis y la escuela ministerial son una contribución directa a la meta del quinto encuentro. La relación entre los líderes, los párrocos y la diócesis, que se construye durante el proceso del programa certificado, continúa después de que los líderes se han graduado; y es clave para continuar la conversión y el apoyo de toda la Iglesia en el futuro”, dijo Daniels.
Ella agradece a los párrocos participantes y al Arzobispo Gregory y al Obispo Luis R. Zarama, quienes “promovieron la innovación e invirtieron y apoyaron sin reservas” la iniciativa. Además, “estoy agradecida con la Nuestra Señora, quien oró por el éxito de la iniciativa y por los estudiantes”.
Oppermann espera que el programa también pueda inspirar a otras diócesis representadas en la conferencia catequética nacional.
“Todo el mundo estaba expresando una necesidad de programas de formación en español”, dijo. “Al día siguiente recibimos el premio. Es algo necesario. Ellos lo reconocen, por lo tano esperamos poder compartir este conocimiento con quien esté interesado”.