Georgia Bulletin

The Newspaper of the Catholic Archdiocese of Atlanta

Photo By Gibbs Frazeur
Parishioners of St. Bernadette Church in Cedartown break ground for a new parish center May 7. Pastor Father Timothy Gallagher, at left, is joined by honorary groundbreakers Deacon Jose Orellana, parishioner Joyce Dekle, Tony Pizano, Archbishop Wilton D. Gregory, Leonard Draper, Mac McAllister and Lissa Escutia, all members of the parish building committee. The expansion has been funded through the Special Projects Program of the Atlanta Archdiocese.

Atlanta

Programa innovador financia edificios para iglesias en rápido crecimiento

By NICHOLE GOLDEN, Staff writer | Published junio 1, 2017  | Available In English

ATLANTA—Dar cabida a todos alrededor de la mesa del Señor es el espíritu detrás de un nuevo programa desarrollado en la Arquidiócesis de Atlanta.

El Programa de Proyectos Especiales está financiando la expansión de espacios para la educación religiosa y la adoración básica en algunas parroquias con retos únicos cuyas iglesias no pueden albergar a todos aquellos que asisten a misa o a clases de educación religiosa.

El programa actualmente abordará las necesidades de tres iglesias, una parroquia y dos misiones, una en Cedartown, Gainesville y la otra en Lilburn.

El Programa de Proyectos Especiales es un resultado directo del Plan Pastoral Arquidiocesano de 2015. Sin embargo, la necesidad surgió primero durante un proceso de planeación estratégica llevado a cabo por el Arzobispo Wilton D. Gregory en 2006.

“Es un camino bastante largo”, dijo Peter Faletti, director de planificación retirado de la arquidiócesis.

Faletti era consultor del Grupo North Highland cuando recibió el proyecto de planificación estratégica de la arquidiócesis. Cuando el proyecto terminó en 2009, se convirtió en director de planificación.

“Dentro de ese proyecto, entrevisté a todos los párrocos”, dijo Faletti. “Salimos al campo. Simplemente los dejamos hablar y fueron muy consistentes en sus comentarios”.

Faletti se reunió con los párrocos inicialmente en 2007. “Eso fue algo que nunca se había hecho”, explicó.

Desde entonces se ha convertido en un proceso que se repite cada tres años, donde los sacerdotes pueden compartir sus necesidades confidencialmente con los miembros del personal de planeación.

Con el crecimiento de la arquidiócesis en la última década, el cambio demográfico y un número récord de nuevos católicos, muchas parroquias se están quedando cortas.

“Todo el mundo estaba sintiendo las consecuencias del crecimiento. Todos sentían que, ‘se estaban quedando sin espacio’”, dijo Faletti. “No se puede crear un sentido de comunidad sin un espacio disponible al cual pertenecer”.

El crecimiento en algunos lugares superaba las instalaciones físicas disponibles. Algunas parroquias y misiones no tenían suficiente espacio para la congregación y prácticamente ningún dinero en el banco para remediar la situación. Varias fueron identificadas como localidades donde las personas tenían que permanecer de pie durante la misa y todo el espacio adicional estaba utilizado en su máxima capacidad. Los programas de educación religiosa no podían servir a más niños.

Solucionar las preocupaciones ocasionadas por el crecimiento requeriría de algo ingenioso, lo cual abordó el Arzobispo Gregory en el Plan Pastoral.

El cuarto pilar del plan fue “La Evolución de Nuestras Parroquias”, que hace hincapié en la necesidad de crear espacios acogedores propicios para todas las culturas dentro de las parroquias.

“Debemos reasignar los recursos de la arquidiócesis de maneras creativas para encontrar y apoyar la expansión de instalaciones en nuestras áreas de alto crecimiento”, escribió el Arzobispo Gregory. “Para lograrlo, nuestra arquidiócesis necesitará proporcionar tanto recursos financieros como humanos”.

Faletti se refirió a esto como una declaración explícita del arzobispo, anotando que estaba en letra negrita.

“Él pretendía que fuera visto”, dijo Faletti. “Teníamos zonas de crecimiento muy altas que no podían pagar por lo que necesitaban”.

Responder creativamente también pode de manifiesto las necesidades insatisfechas de nuestros hermanos católicos, señaló.

Por ejemplo, la Iglesia de St. Joseph en Dalton alquiló por un tiempo un espacio en un parque de casas móviles para satisfacer las necesidades espirituales de los católicos en su comunidad. Más adelante un local donde funcionó un concesionario de autos fue adaptado para servir como espacio adicional para las misas. El resultado fue una revelación.

“Fue un momento muy creativo”, recordó Faletti. “Seis semanas más tarde, este espacio también les quedó pequeño”.

Fue entonces cuando pensó, “¿A cuántas personas no estamos sirviendo?”

“Siguiendo los hechos de los apóstoles”

La primera reunión del Comité de Supervisión de Proyectos Especiales (SPOC por sus siglas en inglés), fue en el verano de 2015, después de la primavera en la que se reveló el Plan Pastoral.

Los miembros del comité de supervisión diseñaron un proceso de aplicación y el criterio que los solicitantes debían demostrar, al menos un año de sobrepoblación durante las misas y en los programas de educación religiosa, y un mínimo de fondos para pagar por la expansión.

Brad Wilson, director financiero de la arquidiócesis, recibió la tarea de identificar fondos que pudieran estar disponibles para los proyectos seleccionados por el comité.

Después de una revisión y una consulta con el Consejo de Finanzas de la Arquidiocesano (CFO por sus siglas en inglés), una suma de fondos considerable de $ 12 millones fue reasignada para el Programa de Proyectos Especiales, dijo Wilson.

“Tengo la bendición de ser el director financiero de la arquidiócesis, y la mayor parte de mi trabajo gira en torno a los asuntos financieros. Mi participación en el SPOC me permitió formar parte de un grupo encargado de resolver un problema que no tenía solución”, dijo. “¿Cómo puede reunir una comunidad con recursos limitados el dinero suficiente para construir una instalación? La respuesta: Sigue los hechos de los apóstoles y divulga el Evangelio. Somos una sola Iglesia”.

Esta iniciativa está financiada por una combinación de recursos, incluyendo el fondo de la misión; el legado de Joseph Mitchell, sobrino de la escritora Margaret Mitchell; la venta de la casa en Habersham Road utilizada brevemente como residencia del arzobispado; y la liquidación de otros activos, según fue necesario.

Las parroquias o misiones aprobadas para el Programa de Proyectos Especiales deben reunir el 10 por ciento del costo del proyecto antes de que el resto pueda ser financiado. Una vez que los proyectos se hayan terminado los primeros receptores del Programa de Proyectos Especiales devolverán el dinero poco a poco al fondo para poder comenzar otros proyectos. El pago de un alquiler mensual a la arquidiócesis conducirá eventualmente a que la parroquia o misión pueda convertirse en propietaria del edificio. “Cuando los primeros receptores del fondo del SPOC repongan el dinero, más comunidades podrán ser ayudadas”, dijo Wilson. “Si alguien desea donar a este fondo, estoy encantado de ayudarlo”, añadió.

Garantizando el acceso a los sacramentos

Los primeros tres destinatarios son la Iglesia de St. Bernadette en Cedartown, la Misión de San John Pablo II en Gainesville y la Misión de Our Lady of the Americas en Lilburn.
“Yo lo llamo mi Proyecto del Banco Mundial”, dijo Faletti, quien redactó los estatutos de los proyectos especiales. “Para mí, ese era el concepto que se necesitaba”.

El programa es único entre las diócesis de los Estados Unidos.

“No creo que nadie lo esté haciendo exactamente como lo estamos haciendo nosotros”, señaló Faletti.

El personal de los Servicios de Construcción Católicos Inc., encabezado por el Director John Schiavone, y los consultores externos de Una Gran Misión colaboraron con los comités de construcción de las misiones y parroquias de los solicitantes. Ellos trabajaron durante un proceso de 90 días, para determinar la necesidad real.

“Fue un esfuerzo inmenso”, dijo Faletti.

St. Bernadette, una parroquia establecida desde la década de 1950, ha experimentado un crecimiento fenomenal, sobre todo de su comunidad hispana. Tiene un poco más de 80 asientos en su iglesia. El Padre Timothy Gallagher es el párroco.

La parroquia, la cual ya poseía terrenos para una futura edificación, ha estado alquilando un espacio pero aun así no ha podido acomodar a todos los asistentes. Entre 400 y 500 personas se aprietan para asistir a misa en el espacio alquilado, el cual necesita reparaciones, pero no se dejan abatir.

“Ellos quieren estar allí”, dijo Faletti.

El planeador jubilado que creció en St. Louis, Missouri, recordó cuando, durante su infancia, el Cardenal Joseph Ritter anunció que las parroquias sin deuda iban a ayudar a las que tenían deuda. No hubo ninguna discusión. La parroquia de la infancia de Faletti estaba libre de deudas y recuerda que, durante un tiempo, el párroco urgió a todos a contribuir un dólar adicional.

“Eso es algo que siempre recuerdo”, dijo Faletti. “Tenemos una responsabilidad, y tenemos que hacer algo al respecto”.

Aunque en última instancia los destinatarios reponen el dinero a través de pagos, se aceptarán otras donaciones.

“Todavía creo que existen oportunidades para recaudar fondos para el SPOC”, dijo Faletti.

Las parroquias con recursos ayudan a las misiones que se llevan a cabo en países en desarrollo como Haití. Él anima a las comunidades fuertes a pensar en parroquias y misiones en dificultades que podrían estar a solo tres condados de distancia de ellos.

Antes de retirarse el año pasado, Faletti animó a los líderes a anticipar el crecimiento que seguirá.

“Si piensan que han ido creciendo, no tienen idea”, les dijo. “Esto va a poner una presión tremenda sobre nuestros sacerdotes. Es por eso que este proceso que hemos creado es tan importante para el bienestar de nuestra arquidiócesis”.

Si la diócesis no puede proporcionar acceso a los sacramentos para todos, “ellos se irán a otro lugar”, dijo Faletti. “Es así de básico y así de difícil”.

Los procesos de planificación estratégica y pastoral dieron al Arzobispo Gregory la oportunidad única de entender los retos.

“Él se aseguró de que respondiéramos”, dijo Faletti acerca del Programa de Proyectos Especiales. “Es un buen comienzo, y solo espero que pueda crecer”.

“Dos jóvenes sacerdotes” fomentan la unidad

Schiavone dijo que los proyectos en St. John Paul II y St. Bernadette son edificaciones de acero prediseñadas “estilo misión”, que ahorrarán en costos de construcción, ingeniería y arquitectura. La misma firma hará ambos proyectos, lo cual es más económico.

La Misión de St. John Paul II surgió de los 6.500 miembros de la Iglesia de St. Michael en Gainesville, una de las parroquias más grandes de la arquidiócesis. El administrador de la misión es el Padre William Canales.

Ubicada en Shallowford Road, la misión funciona en una tienda de segundas y una despensa de alimentos. La misa en español se celebra el viernes y el sábado al atardecer. Las confesiones se ofrecen antes de la misa. Más de 1.000 personas asisten a cuatro misas dominicales en su instalación temporal. También ofrecen clases de inglés y educación religiosa.

La misión de Gainesville compró una propiedad en South Smith Road. St Bernadette ya era dueña de una propiedad en Evergreen Lane en Cedartown.

Schiavone dijo que los edificios multiusos previstos incluyen espacios convertibles para el culto y los eventos sociales, áreas administrativas y aulas de clase, y capillas para adorar al Santísimo Sacramento. Ambos sitios tienen espacio para crecer en el futuro o para añadir santuarios tradicionales.

El nuevo edificio de St. Bernadette podrá sentar a 525 personas durante la misa. St. John Paul II acomodará a más.

“Su capacidad es de 1.300 personas, y lo necesitan”, dijo Schiavone. “Van a tener bancas permanentes.”

El trabajo de construcción ha comenzado en ambos lugares. Se espera que los proyectos estén listos para el verano de 2018, dijo Schiavone.

El proyecto de St. Bernadette costará $ 4,6 millones. El de St. John Paul II, el cual no incluyó la adquisición de la tierra, será de $ 6,4 millones.

Los sacerdotes están reuniendo sus comunidades y trabajando por una mayor unidad.

“Tienen dos sacerdotes jóvenes y lo que están haciendo no es sencillo”, señaló Schiavone.

Misas para permanecer de pie únicamente

La Misión de Our Lady of the Americas en Lilburn será asistida con fondos para nuevas aulas de clase y oficinas administrativas a través del Programa de Proyectos Especiales. La misión ya hace pleno uso de su santuario, capilla y gimnasio para la misa.

“Lo utilizan todos los domingos. No solo en caso de asistentes adicionales”, dijo Schiavone refiriéndose al espacio del gimnasio.

Su plan maestro incluye un nuevo santuario, pero “ellos van a hacerlo por sí mismos”, dijo. “Todavía estamos en la etapa de diseño”.

Las aulas de clase son una prioridad para Our Lady of the Americas, ya que ofrecen formación para adultos, clases de inglés y educación religiosa para niños.

“La educación allí es enorme”, dijo Schiavone. “Están haciendo exactamente lo que necesitan hacer”.

Valerie Landau fue miembro del primer comité de planificación para la arquidiócesis en el año 2006 y actualmente sirve el Consejo de Finanzas Arquidiocesano y en el SPOC. Después de una carrera en finanzas, ella disfruta servir a la Iglesia a través de este trabajo.

Ella dijo que es increíble ser parte del Programa de Proyectos Especiales y que puede ser un programa de gran alcance.
“Uno de los grandes incentivos para nosotros fue que el programa estuviera disponible para todo el mundo”, dijo. “Hay muchos lugares que lo necesitan”.

Ella ha estudiado mucho el compromiso de dar el diezmo que practican los protestantes en el sur y la idea de “bendecir a otras personas”.

“¿Cómo inculcar eso?” preguntó.

Valerie espera que los miembros del SPOC puedan crear oportunidades de diálogo con los miembros de la comunidad católica que tienen conocimiento de subsidios o bases para incrementar el fondo.

Muchos de los beneficiarios de la primera ronda de elegidos son hispanos dispuestos a asistir a misas en las que están de pie únicamente.

“Algunos de nosotros ni siquiera nos molestaríamos en asistir bajo esas condiciones. Eso es muy inspirador para mí”, dijo. “Por ahora, tienen que tener un hogar. Ellos tienen que recorrer muchas millas para asistir a la parroquia y esperan pacientemente”.

Cuidar de los demás es el desafío que el Papa Francisco ha dado a los católicos, dijo Landau.

La visión del Arzobispo Gregory de “querer que todo el mundo tenga un lugar en la mesa” es vanguardista.

“Eso es lo que impulsa todo este proceso”, dijo. “De lo que realmente se trata es del cuerpo de Cristo”.