Georgia Bulletin

The Newspaper of the Catholic Archdiocese of Atlanta

Los colores y números de nuestros días

By ARCHBISHOP WILTON D. GREGORY, Comentario | Published septiembre 22, 2016  | Available In English

Una joven de la clase de confirmación que celebré el domingo pasado me preguntó por qué ciertos números son utilizados con tanta frecuencia en la Sagrada Escritura. Esa fue una excelente pregunta que planteó el asunto del significado de los números en la Biblia—una pregunta de mucha importancia para los creyentes.

En realidad, cada cultura le ha atribuido significados a ciertos números. Aquí en los Estados Unidos, es común encontrar edificios a los que les falta el piso13— ya que el 13 es a menudo considerado un número de mala suerte. El siete, por el contrario, es ampliamente considerado como un número de buena suerte, tanto así que el 777 con frecuencia se lleva el premio gordo en las salas de juego. Nuestra sociedad americana le ha atribuido estos significados a esos números como parte de nuestra tradición. Otras culturas tienen otros significados para sus números especiales.

La Biblia sugiere el significado de ciertos números dentro del contexto cultural en el que fueron considerados. El número siete indica plenitud; el ocho implica nuevo comienzo. El cuarenta es usado para denotar un ciclo completo de vida, mientras que el seis implica imperfección—por lo tanto, el 666 es el signo de la bestia satánica. Cuando nos encontramos con esos números en textos bíblicos, obtenemos una visión de cómo esos números eran considerados por la gente de esa época y sus significados. Los números bíblicos tienen un significado simbólico.

A nuestra Iglesia le encanta utilizar símbolos que nos ayuden a comprender aspectos de nuestra fe—a través de asociaciones culturales que pueden comunicar un significado más profundo.

Los números no son los únicos símbolos que nosotros los católicos utilizamos para ayudarnos a comprender la tradición religiosa. También utilizamos colores. Las vestiduras que usamos en la misa tienen significados simbólicos. El rojo es el color de la sangre de los mártires y es frecuentemente asociado con el poder del Espíritu Santo. El púrpura es el color de la penitencia y esperanza, y por eso nos vestimos de púrpura en las temporadas de Cuaresma y Adviento. Los colores blanco y dorado representan la majestuosidad y la inocencia, y por lo tanto se utilizan para las fiestas de Cristo y la Santísima Virgen, y para santos que son reconocidos por su inocencia y fervor pastoral. El verde es el color que la Iglesia utiliza para enfatizar la esperanza y fidelidad, debido a esto es el color que domina todo el año eclesiástico. Estos son los colores más comunes que utilizamos a lo largo del calendario litúrgico.

Recientemente, en la Arquidiócesis de Atlanta hemos desarrollado la costumbre de ofrecer una misa que se identifica con las ocupaciones de un número de personas significativas o con una razón especial de importancia para nuestra comunidad y le designamos un color. El viernes 9 de septiembre, ofrecimos nuestra Misa Azul anual en la Catedral de Christ the King, en reconocimiento al gran servicio de nuestros socorristas. En esa misa también oramos por la paz y reconciliación a lo largo de nuestro país durante estos tiempos de intranquilidad social y violencia.

El mes de octubre nos brinda dos misas que celebramos cada año. Nuestra Misa Roja anual, patrocinada por St. Thomas More Society, la cual invita a los miembros de la comunidad jurídica a unirse en oración al comienzo del nuevo año judicial. Nuestra próxima Misa Roja se celebrará en la Basílica The Sacred Heart el jueves 13 de octubre, en esta oraremos por aquellos que nos sirven en la profesión legal. Y el martes 18 de octubre, celebraremos nuestra Misa Blanca anual en la Catedral de Christ the King con y por quienes trabajan en el campo de la medicina.

El martes 4 de octubre, ofreceremos nuestra primera Misa Verde en el Shrine of the Immaculate Conception, en honor a aquellos que se dedican a la protección de nuestro medio ambiente y en apoyo a la encíclica del Papa Francisco “Laudato Si’.”

Cada una de estas misas con temas cromáticos es un símbolo de nuestra concientización sobre el servicio de otros que enriquecen nuestras vidas a través de su trabajo profesional.

Los católicos continuamos usando números, colores y otros elementos reconocibles para ayudarnos a recordar las verdades de nuestra fe y a todos aquellos que enriquecen nuestra vida común cada día que la vivimos.